Desde hace unos días los usuarios de dispositivos Android pueden acceder a Google Play, que no es sino el nuevo nombre con que Google quiere identificar a su tienda de contenidos y aplicaciones.
Esta nueva versión de la tienda, que incluye un rediseño, está
disponible para todos los que utilicen Android 2.2 o superior en sus
dispositivos -teléfonos móviles, tabletas y ordenadores- mientras que las
tiendas propias de otros fabricantes seguirán igual que hasta ahora.
Google no parece haberle dado demasiada importancia al
cambio, que se interpreta en la industria como un movimiento para recordar a
los usuarios que además de aplicaciones también
ofrece libros, música o películas.
¿Es buena la elección del nombre? ¿Por qué asociar la
palabra Play
-jugar- con cosas como los libros o la música? Quien opine que es una elección
no demasiado afortunada solo tiene que recordar que la tienda de Apple se
gestiona todavía principalmente desde una aplicación llamada 'iTunes', el
primer nombre del reproductor musical de la compañía.
El nuevo nombre, desde luego, es más alegre, positivo y
divertido que 'Mercado Androide', que estaba un tanto limitado y no dejaba de
sonar raro.
También tiene más recorrido en un mercado
multimedia en el que Google habrá de competir en frentes como
los libros electrónicos, la música, las películas, los programas de televisión
o las revistas.
Mantiene la marca Google y al tiempo oculta 'Android', de
modo que quien no sea aficionado a tecnicismos -o tenga una televisión equipada
por Internet y no quiera complicaciones, por ejemplo- sepa dónde ir a buscar
contenidos de entretenimiento sin tener que saber qué es eso de Android.
Liberar espacio en la 'nube'
Con
este cambio Google intenta también acercar el concepto de “guardar los contenidos de entretenimiento en
la nube” a sus usuarios, ofreciéndoles la posibilidad de olvidarse de
almacenar localmente la música o las películas a cambio de tenerlos siempre
guardados en Google Play, de forma perfectamente sincronizada entre
dispositivos.
Con
Google Play básicamente cualquier aplicación que sea capaz de reproducir un
contenido local, como música o películas, podrá reemplazarlo por su equivalente
'en la nube', liberando así el espacio en memoria tras haber comprado el
original en la tienda de Google.
Entre
las funciones para la nube que Google Play ofrece, y que ya estaban disponibles
en otros servicios como Google Music o el Android Market, hay espacio para hasta 20.000 canciones (de
un catálogo de millones), un catálogo de más de 450.000 aplicaciones y juegos,
miles de libros electrónicos y miles de películas clásicas y de estreno. A todo
esto seguirán probablemente los audiobooks o 'libros en audio' y las
revistas mediante suscripción.
Otra idea es que los desarrolladores de aplicaciones para
Android y los productores de contenido
salgan beneficiados
al poder hacer más 'visibles' sus aplicaciones y ofertas de entretenimiento en
unas páginas más orientadas a promocionar las descargas que las que había
antes.
Esto, que puede ser muy positivo para el ecosistema
Android, es otro importante factor a tener en cuenta. La disponibilidad de
todos estos contenidos varía de país en país, y por desgracia España no está en la lista de los más agraciados.
Con el tiempo irán llegando a medida que los acuerdos con
los propietarios de los contenidos y las circunstancias lo permitan. La única
área común que está disponible de momento con el nuevo rediseño a nivel mundial
es el antiguo Android Market, para la descarga de juegos y aplicaciones.
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